Un nuevo terremoto de 6,1 grados sacude este miércoles Haiti

enero 20, 2010
A Haiti da la impresión que lo ha mirado un tuerto. A las catástrofes que se iniciaron con el primer terremoto de hace 8 días le sigue el que ha sacudido el país caribeño esta mañana con una intensidad de 6,1 grados en la escala de Richter.

Hablar de víctimas en este segundo terremoto sonaría un tanto extraño, pero al margen de las que fallecieron en el primer terremoto y las que murieron en los días sucesivos por las heridas, por balas, por pillaje, etc, no se han comunicado.

En cuanto me vaya enterando de más detalles iré actualizando el post.

Miembros de la prensa y algunos huéspedes que pernoctaban en el hotel del barrio capitalino de Petionville han salido en estampida a las seis de la mañana hora local, las doce del mediodia en España, tras escuchar los primeros sonidos del nuevo terremoto, según informa el diario El País.

Según informan desde RTVE, desde el primer terremoto se han desencadenado hasta 50 réplicas en la zona con niveles que oscilan entre los 4 y los 5 grados Richter.

La imagen de una niña en camilla la encontré en El Mundo.


Estados Unidos comienza a repartir víveres en Haití para evitar que la ONU monte otro de sus genocidios

enero 19, 2010
Tropas estadounidenses han comenzado a distribuir la ayuda humanitaria que se almacenaba en el aeropuerto de Puerto Príncipe ante la inutilidad de la ONU que con su dejadez pretendía crear otro de sus famosos genocidios como ha hecho en Ruanda, el Sahara, Timor, Los Balcanes, etc.

No sé qué pensarás sobre el tema, pero a mí me dan arcadas al pensar que la comida, el agua y los medicamentos han estado apilados durante casi una semana en el aeropuerto sin a nadie de la ONU se la haya ocurrido repartirla.

Algunos descerebrados, idiotas y gentuza andan acusando a los norteamericanos de ocupación, invasión y esas gilipolleces que sólo los enfermos mentales, memos e ignorantes suelen plantearse en momentos como éste. Los políticos profesionales y mediocres siempre tienen que seguir demostrando lo miserables que son.

Si los norteamericanos no se ponen las pilas y empiezan a repartir comida la gente seguiría muriendo. No hay más. Gente que muere por no tener comida y soldados que la distribuyen. Las mofetas de la ONU llevan una semana sin hacer nada y sin ser nada por ello ha tenido que venir alguien a hacer lo que no se ha hecho en 7 días.

Esos idiotas preferían que la comida y las medicinas se apilaran eternamente en el aeropuerto mientras millones de personas morían irremisiblemente por la incapacidad de una institución que se cae a pedazos por la corrupción, la inutilidad y la mediocridad de los politicastros que viven y se aprovechan de ella para seguir masacrando a los más pobres.

El tema, según yo lo veo es el siguiente: SE puede seguir sin hacer nada, hablando, mandando a políticastros de garrafón para que los saquen en las noticias diciendo mentiras y chorradas, mientras la gente muere de hambre, sed o de las heridas causadas por el terremoto o se reparte la ayuda sin más. Es lo que ha hecho Estados Unidos y me parece de puta madre que lo hayan hecho.

No estoy de acuerdo con muchas de las acciones de los norteamericanos, pero en esta ocasión sólo tengo mensajes de apoyo y de felicitación por lo que están haciendo, mientras las mofetas de la ONU siguen sin hacer nada.

La imagen de marines estadounidenses transportando cajas con víveres la encontré en El Mundo.


Las plagas se ceban con Haití

enero 18, 2010
La tragedia de Haiti sigue cebándose con el país caribeño. Al terremoto que dejó como un solar el martes buena parte de su territorio hay que sumarle las plagas que están destrozando lo poco que queda: plagas de políticos carroñeros que llegan al aeropuerto atestado de medicinas, víveres, agua, equipamiento médico y todo lo necesario para la población gracias a la ingente ayuda internacional, pero que se sigue apilando miserablemente junto a las pistas.

Los políticos carroñeros suben a helicópteros que podrían servir para transportar la ayuda, llegan a las zonas del desastre, cuentan sus mentiras y se van. Estos especímenes perversos viven del carroñerismo y con sus actuaciones teatrales y falsas pretenden convencer a los votantes zombies, que momificados, los contemplan a través de la televisión a miles de kilómetros. Mientras, la gente sigue muriendo en las calles por falta de víveres y medicinas o matándose entre ellos para conseguir las pocas migajas que todavía quedan.

La hija de su padre, vicepresidenta del Gobierno y mentirosa convulsiva ha ido para allá a mentir a los haitianos. Les ha dicho que no los abandonarían. También dijeron lo mismo a los españoles con la crisis y ya han abandonado a su suerte a más de un millón de familias que no percibe ningún ingreso.

Otra de las plagas que están soportando los haitianos es la ONU, una de las organizaciones más destructivas y mortales del mundo. Un grupo de gente que le da prioridad a llevar en helicóptero a políticos sin escrúpulos que a transportar la ayuda que necesita la población, es una organización hueca, falsa, inoperante y malvada. Justo lo contrario a lo que necesita un país asolado por la corrupción, la pobreza, y el caos más una catástrofe natural que les ha dado la puntilla.

El bocazas de turno de la organización ya ha avisado que en un mes la ayuda llegará a 1 millón de personas. Si tenemos en cuenta que los damnificados son tres millones que no tienen nada que echarse a la boca, ni medicinas, ni medios, la conclusión está clara.

LA ONU, que se caracteriza por hacer las cosas tarde, mal o nunca, es la encargada de resolver los graves problemas que asolan a poblaciones enteras y siempre ocurre lo mismo. Caos, inoperancia, inútiles al mando, politicastros maldirigiendo y la nada.

Si yo fuera un haitiano y supiera que los que tenían que socorrerme eran los de la ONU, solicitaría un bombardeo masivo o el reparto de veneno para dejar de sufrir cuanto antes. Es mejor morir rápidamente que estar sufriendo durante meses para terminar muriendo igualmente.

Lo que ha ocurrido en Haiti, debería hacer reflexionar a todo el mundo: No se puede tolerar ni consentir que los políticos corruptos campen a sus anchas dilapidando y robando todo lo necesario para el buen funcionamiento de un país. A la ONU este sistema de favorecer a los dictadores y genocidas de su confianza les parece una idea genial y no aprenden ni aprenderán nunca o prefieren formar parte de la corrupción y ganar todavía más dinero con el sufrimiento ajeno.

Si la ayuda que llega se vuelve a marchar por los sumideros de la corrupción generalizada, la generosidad de todo el mundo con la ayuda desinteresada que están enviando al castigado país caribeño, no servirá para nada.

Todo lo que está ocurriendo lo expresa perfectamente Domin Benito en su blog.

Las últimas noticias hablan de la llegada masiva de militares norteamericanos para tomar el control de algo que no se hubiera descontrolado tanto si la ayuda bien distribuida, hubiera impedido que legiones de almas en pena hambrientas, harapientas y sin nada que perder se lanzaran a la calle a buscar algo para seguir subsistiendo.

La imagen la encontré en Tiempo Sur.


El caos y el pillaje se ciernen sobre Haití, mientras la ayuda sigue sin llegar a la mayoría de los afectados

enero 16, 2010
Todo lo que sigo leyendo en torno al terremoto de Haití y sus consecuencias me llena de escalofríos por todo el cuerpo. Se cumplen 6 días del terremoto y a la mayoría de las zonas no ha llegado ni un gramo de ayuda. Ni comida, ni medicamentos, ni personal: nada.

Un irresponsable responsable del reparto de la ayuda dijo ayer que el auxilio en forma de víveres, medicinas y material básico había llegado ya a 8000 personas y que en un mes llegaría a 2 millones de personas. Me quedé helado cuando lo escuché.

Teniendo en cuenta que algunas previsiones hablan de 3 millones de personas sin hogar, sin comida y sin nada, la catástrofe aún puede ser mayor. La recomendación sería que les manden ya los féretros como ayuda, dado que muchos de ellos no conseguirán subsistir heridos, desnutridos, a la intemperie y en medio de las epidemias que ya empiezan a desatarse por la acumulación de cuerpos en descomposición por las calles.

Personas que difícilmente pueden aguantar un día más sin agua ni comida, tendrán que esperar más de un mes hasta que llegue su ayuda. Me parece realmente increíble, pero desgraciadamente es cierto. También resulta sorprendente que hasta el cuarto o quinto día no empezaran a llegar las ayudas a los hospitales que durante los primeros días eran más parecidos a un solar que a otra cosa sin absolutamenta nada con que atender a los heridos.

Paradójicamente la ayuda está llegando masivamente, pero se sigue amontonando en el aeropuerto porque a nadie se le ha ocurrido pensar que esa ayuda hay que transportarla a los lugares donde se necesita. Siguen llegando aviones con ingentes materiales necesarios y se sigue amontonando en el aeropuerto.

Confío que durante el próximo mes alguien caiga en la cuenta que la ayuda no se transporta sola y que se necesitan más camiones o vehículos para llevarla del lugar A al lugar B.

Lo que no deja de sorprenderme es que los lugares en los que se necesita esa ayuda urgente no están a millones de kilómetros del aeropuerto. Son barrios enteros de la capital a donde no ha llegado todavía nada y, como es lógico, los supervivientes intentan buscarse la vida como pueden.

Lo único que me impide entrar a degüello contra los irresponsables de la ONU es la destrucción completa de su sede con la lógica decapitación de su organigrama que seguramente habrá ralentizado todavía más la organización de una nueva cadena de mando, pero si ya se sabía desde el primer momento que ésto había ocurrido, no me explico por qué no se tomaron medidas drásticas y urgentes para reemplazarla con celeridad.

Durante estos días estamos comtemplando todo lo bueno y lo malo de los seres humanos. La República Dominica se está dejando la piel con sus hermanos haitianos, con los que comparte frontera y se están comportando como verdaderos héroes. El resto de países están dando el resto con el envío de todo lo que tienen. Ver imágenes de aviones e el aeropuerto llenos de ayuda de todos los países es una gran noticia. Me sigo acordando de un hecho curioso. El primer avión que vi allí a las pocas horas del siniestro era chino. Y China no hace exactamente frontera con Haití, al menos que yo sepa.

Incluso las Dictaduras Feudales del Golfo pusieron su granito de arena para intentar paliar la catástrofe. Emiratos Árabes Unidos propuso crear un puente aéreo durante las primeras horas ante el colapso del aeropuerto haitiano por la destrucción de la torre de control o la dictadura cubana que abrió su espacio aéreo para que los aviones norteamericanos ahorraran tiempo en sus viajes a Haití.

Me consta que todos los países se han comportado de manera excepcional. Ahora hay que buscar soluciones para que el caos no vuelva a ser la nota predominante en las entregas de las ingentes cantidades de ayuda que todos los países solidarios están enviando en cantidades industriales. Es una verdadera lástima que tanta ayuda que podría acabar con muchísimo problemas bien distribuida y repartida entre los necesitados se acumule estúpidamente a unos pocos kilómetros por falta de previsión.

Les envío mis mejores vómitos Gran Reserva a esa pandilla de miserables politicastros que obligaron a descender del avión a bomberos que se dirigían al lugar del siniestro para ayudar en las labores del rescate para ocupar ellos su lugar y poderse hacer las fotos demagógicas y miserables. Tampoco me extraña mucho. En Canarias hicieron los mismo durante la catástrofe del vuelo de Spanair.

Las televisiones nos están dando una de cal y otra de arena. Se están convirtiendo en un excelente vehículo para la canalización de ayudas, pero sus carroñeros especialistas están ofreciéndonos lo peor que encuentran por la zona. Me parece realmente patético que se dediquen a hacer carreras entre los canales para ver quien consigue más dinero en ayudas.

En la imagen, efectivos del ejército argentino cargando material de ayuda en un avión de carga con destino al infierno logístico de Haití. La encontré en Los Andes.


El terremoto de Haití nos debe enseñar que se puede hacer algo más en las catástrofes

enero 15, 2010
El terremoto de Haití que sigue asolando el país caribeño está demostrándonos de nuevo que es necesario y urgente crear algún tipo de organización fiable, viable, operativa y eficaz para intentar minimizar en lo posible los efectos de los cataclismos que cíclicamente se suceden a lo largo y ancho del orbe.

No dejo de leer informaciones, relatos y crónicas desde el lugar de los hechos y en todas ellas la impotencia, la desazón de no poder hacer más de lo que se esta haciendo y la absoluta desorganización presiden los primeros párrafos.

No soy un experto en el tema, pero sí suelo usar a menudo el sentido común, algo que, por lo que observo, todavía no suele utilizar mucho la comunidad de naciones, las organizaciones internacionales o los grupos que se encargan de estas lides.

Terremotos, maremotos tsunamis, huracanes y el resto de catástrofes naturales las ha habido siempre y seguirán siendo protagonistas en el futuro, de modo que creo que es mejor estar preparados ante ellas que dejarlo todo hasta el siguiente cataclismo, tal como se hace ahora.

Se hace necesario en este punto crear o reorganizar algún tipo de institución internacional que realmente sea una unión de naciones y no el pasteleo y nido de corruptelas que es la ONU. Casi mejor dejar a la ONU al margen porque perfectamente podría incluir junto a sus emblemas, las palabras tarde, mal o nunca, verdaderas enseñas de su trayectoria a lo largo de los años en infinidad de catástrofes y multitud de conflictos a lo largo y ancho de todo el mundo.

Quizás se podrían convocar a los 20 países más industrializados y con mayores posibilidades económicas para que se fueran turnando cada seis meses y mantuvieran en todo momento una división aerotransportada en perfecto estado y que pudiera llegar al lugar de la catástrofe en un máximo de 8 horas. Con varias de estas divisiones estratégicamente situadas a lo largo del mundo y en diferentes países, llegar en tiempo récord a la zona cero, no supondría mayor inconveniente.

No me estoy refiriendo a unidades meramente militares. Estarían compuestas de 20.000 efectivos y se compondrían de soldados, bomberos, médicos, ingenieros, etc que sobre el terreno organizarían la llegada de más efectivos.

Si a las 10 ó 12 horas todo este personal está ya desplegado en la zona con decenas de hospitales de campaña funcionando con todo el material necesario y con toda la logística a punto para la llegada de nuevos efectivos, se ganaría un tiempo precioso. Los militares podrían asegurar el control de todas las zonas, repartir víveres y agua y preparar la llegada de la segunda oleada de ayuda humanitaria.

El terremoto de Haití nos ha enseñado a todos que la naturaleza puede sacudir con fuerza y con una devastación inusitada en cualquier lugar del globo. Quizás el país caribeño, por la pobreza de sus construcciones salió peor parado, pero edificios bien construídos también cayeron como un castillo de naipes, de modo que le puede ocurrir a cualquiera.

Me llena de dolor e indignación que anoche el aeropuerto estuviera cerrado durante varias horas por la ausencia de torre de control, algo que debería haberse previsto antes de permitir que decenas de aeronaves perdieran un tiempo valioso sobrevolando durante horas el aeródromo haitiano.

Estamos en el siglo XXI y los medios que tenemos a nuestra disposición son muchos. Creo que bien gestionados podrían salvar muchas más vidas de las que por desgracia se perderán estos días.

Todos sabemos la importancia del tiempo en este tipo de cataclismos. No sirve de mucho que lleguen al pie de un edificio derrumbado los efectivos de ayuda 5 ó 6 días después, porque sólo encontrarán cadáveres. Cadáveres de personas que podrían haber sobrevivido con una eficaz administración de todo el potencial humanitario.

La devastación es total en Haití, lo sé, pero no me gustaría que la siguiente catástrofe me obligara a escribir las mismas líneas cambiando sólo el nombre del lugar del siniestro. Creo que no es presentable ni admisible para ningún ser humano que se precie que sobrepasadas con creces las 72 horas desde el inicio del terremoto, la mayoría de los haitianos se pregunten «cuándo nos van a venir a ayudar«.

Reconozco que organizar bien y efectivamente la ayuda humanitaria es una tarea compleja, pero creo que con unidades preparadas de intervención rápida, las cosas cambiarían como de la noche al día. Y soy absolutamente consciente de la ingente labor que están realizando todos y cada uno de los efectivos que están dejándose la piel en Haití sobre el terreno para intentar arañar cada segundo que pasa un nuevo número de las zarpas de la muerte.

Quizás pueda equivocarme, pero creo firmemente que con algo más de previsión ante cualquier contingente se podría hacer mucho más por las víctimas.

La imagen de dos miembros del personal humanitario en acción la encontré en Ecodiario. Las fotos que nos sigue dejando Haití son devastadoras. Algunas imágenes sobre la desolación, el caos y la impotencia que se vive ahora mismo en Haití las guardaremos en nuestras retinas durante mucho tiempo. Y en medio de tanta tragedia, los buitres carroñeros siguen haciendo su trabajo sucio, poniéndose una vez más en evidencia.

Lugares para seguir en tiempo real el minuto a minuto de la catástrofe de Haití:

Twitter de ABC.
Twitter de El PAís


Los Cascos Rojos empiezan a organizar todas las telecomunicaciones en la zona cero del terremoto de Haiti

enero 15, 2010
A las malas noticias que recibíamos ayer acerca de la paralización del aeropuerto de Puerto Príncipe por la saturación de su espacio aéreo y la falta de organización para ordenar los despegues y aterrizajes de todas las aeronaves de ayuda humanitaria, hoy recibimos mejores noticias muy esperanzadoras.

Por un lado, marines de los Estados Unidos han llegado al aeropuerto para montar una torre de control móvil que agilizará en las próximas horas todas las operaciones en el aeródromo haitiano, lo que redundará en una mayor agilización de la llegada de la ayuda urgente a los damnificados por el terremoto que asoló el país el pasado miércoles 13 de Enero.

Y por otra parte, los Cascos Rojos empiezan a organizar un sistema fiable de telecomunicaciones para que todas las organizaciones que están sobre el terreno, puedan realizar su labor sin mayores problemas. Han desplazado a la zona el sistema Emergesat de última generación que es energéticamente autónomo y puede crear en minutos un completo sistema de telecomunicaciones fiable y a través de satélite.

Los Cascos Rojos, cuya existencia acabo de conocer hoy, es una ONG encargada de poner todos los medios necesarios en manos de otras ONGs para que puedan realizar su trabajo en las zonas afectadas. En el caso de Haiti se han encargado de montar el dispositivo tecnológico para reestablecer y mejorar las comunicaciones mediante equipos autónomos vía satélite para que el resto de cooperantes puedan trabajar de un modo más efectivo.

Las malas noticias también hay que contarlas y los cadáveres siguen amontonándose en las calles, se empiezan a producir pillajes y el caos empieza a ser una evidente amenaza para la ya caótica situación. Las fotos de la catástrofe lo dicen todo. Sobran las palabras. Y los vídeos también son para estremecer a cualquiera.

A primeras horas de esta madrugada las autoridades estadounidense han vuelto a permitir los vuelos hacia Haiti, después de que el aeropuerto de Puerto Príncipe haga posible los masivos aterrizajes y despegues de los vuelos cargados con ayuda humanitaria y personal técnido y sanitario.

Google Earth también está contribuyendo activamente a las labores de rescate al facilitar mapas actualizados tras el terremoto.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha confirmado la muerte de dos españoles en Haiti.

En la imagen puedes ver el sistema Emegesat de los Cascos Rojos ya desplegado en Haiti para facilitar las comunicaciones de todas y cada una de las organizaciones humanitarias desplegadas en la zona.


El Terremoto de Haiti vuelve a cebarse con un país castigado por los elementos

enero 14, 2010
No dejan de llegarnos imágenes dantescas y demoledoras del terremoto que ayer asoló Haiti, un país abandonado a su suerte hace tiempo y que sigue sin levantar cabeza.

Tal como comenté de pasada ayer en un párrafo se vuelven a evidenciar las brutales diferencias que existen en la actualidad entre países ricos y países pobres.

A todos los suelen castigar los fenómenos naturales con idéntica frecuencia, pero, mientras los primeros poseen construcciones preparadas para este tipo de catástrofes, los segundos se limitan a desear que los movimientos de la tierra decidan no elegirlos, dado que sus construcciones y sus infraestructuras no soportan el más mínimo embate de los elementos.

Los dictadores, los gobiernos corruptos y la violencia generalizada contribuyen en gran medida a que este país no pueda salir del pozo en el que lleva metido tanto tiempo.

El diario El País mantiene una página con el minuto a minuto de las consecuencias del terremoto y todos los diarios, como es lógico, se han hecho eco de lo sucedido.

Los aviones con ayuda empiezan a aterrizar a ciegas en el aeropuerto de Puerto Príncipe y todo el mundo se ha volcado en ayudar al país. Sería una buena idea que la ayuda no se quedara sólo en retirar los escombros y a patir de ahora los nuevos edificios se construyan con más solidez y a prueba de terremotos, pero eso es demasiado desear.

Quizás la verdadera ayuda que necesitan realmente es que limpien de dictadores, corruptos, miserables y especuladores la zona para comenzar de cero e iniciar una verdadera recostrucción. Nuestra solidaridad con todos los haitianos.

Los banderines de enganche para las ayudas económicas ya están colgados por todas partes. Aquí tienes unas cuantas páginas.

A todos los seres humanos nos debe llenar de orgullo la movilización mundial que se está llevando a cabo para ayudar a los haitianos en estos momentos drámaticos que están padeciendo, pero desearíamos que fueran incluso más allá y tras la reconstrucción pudieran vivir en un país, que ante catástrofes de esta magnitud, tengan muchos más medios para hacerles frente.

Actualización: Lamentablemente Haiti se ha visto obligado a detener la llegada de aviones con ayuda humanitaria porque el maltrecho aeropuerto estaba ya saturado. Quizás sea cuestión de organizar un sistema práctico de entrada y salida de aeronaves o buscar otras fórmulas como lanzar desde el aire todo lo necesario. Por las noticias que llegan estoy observando que hay un verdadero problema con la distribución de esa ayuda y sería necesario que parte de esa ayuda llegara cuanto antes. Si se consiguiera coordinar de algún modo toda la entrada y poderla hacer llegar a los necesitados en tiempo record, seguro que se salvarían muchas más vidas y se conseguiría abastecer de alimentos y primeros auxilios a toda una población que ahora mismo está sin nada. Espero y deseo por el bien de todos los haitianos que se pongan todos las pilas pronto porque cada minuto que se pierde es poner en riesgo un montón de vidas humanas de personas que se encuentran malheridas y atrapadas bajo los escombros.

La imagen la encontré en Jornada y el vídeo en Youtube.